miércoles, 18 de julio de 2012

Piscina


Cuando Guerau era pequeño (más que ahora, claro! A los 4 o 5 meses) fuimos unos días a hacer matronatación. No nos gustó demasiado porque encontramos que forzaban a los bebés a hacer cosas como hundir la cabeza y tirarse a la piscina. Una vez la monitora cogió al peque y lo hundió sin nuestro permiso! Evidentemente no volvió a pasar (y no volvimos) porque considero que hay que respetar sus ritmos, como con todo. Y él en ese momento no estaba preparado, porque se asustó tanto que se hizo un hartón de llorar, pobrecito.

 
En el patio, durante la época estival, tenemos una de estas piscinas de lona que no es muy grande pero para nosotros ya es suficiente. Al contrario que yo, Guerau no es nada friolero y enseguida está dentro del agua. Le encanta cazar tapones, perseguirnos, que lo "hagamos nadar" cogiéndolo de la barriga o las manos...

Este año, al ver que le gustaba y se sentía seguro caminando por el agua, le propuse de soplar y lo hizo sin dudarlo. Y poco a poco él ha ido probando los límites: ahora hundo un poco, ahora más, hoy no me quiero hundir, hoy me dejo caer a ver qué pasa, hoy sólo soplo... lo veo seguro. Y si haciendo sus pruebas de domino se ha hundido más de lo que él queria dentro del agua o bien él sólo se ha levantado sin asustarse o bien se levanta con medio llanto y me pide salir y hacer unos mimos.
Incluso la mayoria de los dias quiere correr o andar dentro de la piscina (la de casa o la municipal) él solo, sabiendo que eso implica que de vez en cuando pueda perder el equilibrio.Y así es como él ha ido haciéndose suyo el medio acuáticoy yo siento que lo ha ido haciendo a su ritmo y respetado en todo momento.


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