miércoles, 9 de noviembre de 2011

Movimientos libres

Ahora que Guerau empieza a conquistar el espacio de casa, me asombro de la conciencia que pone en todos sus movimientos. Evalúa sus posibilidades y estudia la manera de hacer lo que quiere sin hacerse daño. Y, evidentemente, muchas veces cae de culo y tiene que volver a intentarlo!
Cuando el Guerau tenía un par de meses de vida extrauterina, encontré un documento (en catalan) basado en las teorías de Emmi Pikler que explicaba la importancia de respetar el desarrollo natural del niño, sin intervenir.
 
A partir de entonces, hacia los 3 meses, intentamos que empezara a pasar más horas en el suelo que en la hamaquita. Al principio no hacía nada, contemplaba el techo, el móvil, mi cara ... e intentaba hacer algún movimiento, sin éxito. Poco a poco, se fue girando de lado, boca abajo, más tarde comenzó los movimientos de arrastrar, a mover las piernas y brazos para aprender a sentarse y gatear, a ponerse de pie ....
Creo que lo que más me ha costado ha sido no intervenir. E incluso en algún momento creo que forzamos algún movimiento, poniéndolo sentado para jugar cuando aún no había aprendido por sí solo.Hay que tener en cuenta que a veces, intentando ayudar, lo que hacemos es colocar al niño en una postura por la cual no está preparado (ni su cerebro ni su columna, ni su musculatura), creándole una sensación de inseguridad enorme. Como indica el documento enlazado arriba:

Recuerde que si impulsan al niño a hacer lo que aún no está preparado para hacer, es decir,
acceleran su propio proceso intentando que responda a sus expectativas en lugar
de aceptarlo tal como es, contribuiréis a crear un niño temeroso, inseguro, dependiente del adulto; se
deberá vigilar continuamente para que no medirá sus posibilidades ni adquirirá la
noción de peligro. En cambio, los niños que se desarrollan a su propio ritmo son seguros,
independientes y muy rara vez se hacen daño, porque conocen sus límites y sus
posibilidades.

Otro de los temas cabdales es la importancia de acondicionar el entorno para que el niño sea libre de explorarlo. En nuestro caso, la casa es antigua y llena de peligros. De momento tenemos acondicionado el comedor, sin objetos peligrosos, con una zona blandita y segura, lugares donde subir y donde caer ...Realmente me gustaría poder adaptar toda la casa, que pudiera campar libremente y hacerse suyo el espacio, pero es inviable. Ni económicamente ni logísticamente. O sea que hoy por hoy se tendrá que conformar con el comedor!


Para más información:
Fragmento del libro d'Emmi Pikler, Moverse en libertad.
Web de la Asociación Internacional Pikler




No hay comentarios:

Publicar un comentario