jueves, 13 de octubre de 2011

Mi pequeño koala

Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2011. Amor Maternal


Con motivo de la celebración de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos, 2011, participamos en un Carnaval de Blogs iniciado por Amor Maternal en el que contamos cómo nos ha cambiado la vida como padres desde que usamos portabebés ergonómicos.


Recuerdo que cuando me quedé embarazada una compañera de trabajo me dijo que una de las mejores compras que ella había hecho fue una mochila portabebés ergonómica, me relató los beneficios y me enseñó unas fotos. Así pues, empecé a informarme sobre el tema y descubrí que existían un montón de portabebés (fulares elásticos y tejidos, bandoleras, mei tai, kanga, mochilas ergonómicas) y que se abrían un montón de posibilidades ante mí. Me decidí por comprar la mochila recomendada, una Manduca.  
Una vez nacido el niño me di cuenta que la mochila quizá no era muy adecuada para un recién nacido (a pesar de tener el adaptador, la usamos un tiempo pero no me convencía) y adquirí una bandolera de lino para el verano. Y perfecto. Se adaptaba de maravilla al bebé, no pasábamos calor, era fácil de poner y quitar, no me ocupaba espacio en la bolsa ... Pero claro, la bandolera carga el peso en un hombro y teniendo la espalda como tengo (con escoliosis) he decidido comprarme un fular tejido para portejar los casi 9 kilos y medio que pesa el peque. Actualmente la mochila la usamos mucho, tanto su padre como yo, pero siempre tenemos que ir adaptando los tirantes y es un poco rollo ... o sea que ya sueño con tener el fular! (Y aprender a usarlo, claro)
 

Poder llevar el niño conmigo me ha aportado un montón de cosas y me ha facilitado la vida en muchos sentidos:

  • Ir de compras es mucho más sencillo, pues no tengo que encajar el cochecito entre los pasillos infernales de los supermercados o tiendas varias. Además, a pesar del exceso de estímulos el peque está tranquilo porque siente mi respiración y mi voz, escucha mi latido, me huele... y muchas veces termina bien dormido. Ha dormido plácidamente en Mercadona, Carrefour, Ikea .... mientras yo compraba bien tranquila.
  • Me encanta tenerlo cerquita y poder llenarlo de besos mientras ando por la calle.
  • Me quedan las dos manos libres para hacer trabajos como tender la ropa, fregar, ordenar, cocinar (aunque si cocino con aceite o agua hirviendo no me atrevo a llevarlo, que aún lo llevo delante o en la cintura), mirar el correo en el pc, cargar el coche de cosas, ...
  • Puedo atenderlo rapidamente y desde que lo porteamos apenas lo hemos oido llorar (exceptuando los momentos de vestir y desvestir, que todavia son un drama)
  • Es la solución definitiva para los días que está muy activo y no hay manera humana de hacerlo dormir. En la mochila, y en un santiamén (unos pasillos) se queda frito! Se va acurrucando como una bolita y apoya la cabeza contra mi, yo subo un poco la tela o desabrocho más la mochila para cubrirle la cabeza y ¡a dormir!
  • Sé que me tiene como referente cuando paseamos y ve cosas desconocidas (es uno de los motivos por los que es importante que no mire hacia fuera, el niño siempre debe ir mirando hacia el porteador), se puede acurrucar en mí, tocarme, mirarme ...
  • Sé que la postura que adopta es la correcta (segunda razón por la cual siempre debe ir cara adentro): espalda redondeada y piernas en posición de ranita.
  • Y sobre todo ... puedo darle el pecho en cualquier lugar! De compras o mientras hago faenas, dando el paseo, en una fiesta de cumpleaños ...  

En fin, que en casa tenemos a un pequeño koala!
 

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