Ahora que el pequeño ha empezado a gatear se ha abierto un mundo de posibilidades a su alrededor, y quiere tocarlo absolutamente TODO. Quiere ir por todas partes, inspecciona los rincones más insólitos e intenta llegar a lugares imposibles.
Ha aprendido a ponerse de pie sujetándose a algún lugar y lo tengo todo el día subido en el sofá o en la mesita ...
Se emociona tanto cuando consigue ponerse de pie que comienza a golpear con las manos en el lugar donde está apoyado y a gritar como si fuera un indio en pleno ritual sagrado! Y cuando está en una mala postura y no logra subirse se pone muy nervioso y se enfada! Y no para hasta conseguirlo!
Y está tan obsesionado con sus nuevas habilidades que hace verdaderos esfuerzos para no dormirse y poder seguir con sus observaciones!
O sea que ahora que ha dejado sus juguetes aparcados para poder gatear, trepar, explorar ... ¡necesito más ojos!
Para que vaya bien la cosa necesitaría: un ojo en la nuca y un ojo extensible, y ya puestos a pedir un par de manos extensibles también. Y un pecho a la espalda para que pudiera mamar si lo porteo detrás! En fin, espero que la naturaleza evolucione y dentro de unos años nuestros rererererererebisnietos tengan una madre con estas características! Sería fantástico!
Qué bueno! El mío aún no gatea pero está apunto, así que ya sé lo que viene... :) Por ahora solo se arrastra pero ya se ha quedado varias veces pillado debajo de un sillón y se ha topado con el radiador caliente... jiji Me pondré ya manos a la obra para preparar la casa...
ResponderEliminarPues a nosotros nos ha pillado un poco por sopresa porque también se arrastraba y en una semana hizo un cambio brutal! Lo tenemos todo por adaptar aún!
ResponderEliminarJa,ja,ja!
ResponderEliminarEs una pasada como cambia todo cuando empiezan a moverse ¡es cansado y muy divertido! ¡Y pasa tan, tan rápido!
Yo estoy pensando en ponerle unos cascabeles porque es rápido y silencioso como un ninja y en un segundo ¡zas! Se ha marchado de la habitación a explorar. A mi me resultó muy rara la primera vez que fui a buscarle donde lo había dejado y ¡no estaba!
Abrazos en movimiento