Hago una breve interrupción en las crónicas de mi parto, que parece la Historia Interminable, porque hoy, día 18 de agosto, mi niño hace ¡6 meses!
Y realmente, aunque parece un tópico, han pasado volando. Mi abuelo dice que eso también lo diré cuando haga los 15 ...
Pues bien, con 6 meses hay momentos que parece un terremoto: le gusta hacer el mono y saltar sobre nuestrao regazo mientras nosotros cogemos, ponerse a cuatro patas y levantar las piernas con los pies apoyados en el suelo, intentar coger el comida de la mesa, hacer la croqueta, que le alzemos como si fuera un avión, girar como un reloj apoyándose en su barriga, picar con el puño sobre la mesa, salpicar con las manos y pies en la piscina y la bañera ...
Y con 6 meses también se comporta como un niño sereno y tranquilo: le encanta mirarlo todo y observar bien las situaciones antes de actuar, hablar y hablar haciendo caras como si nos explicara una gran aventura, mirarnos y sonreír, hacer carcajadas mientras duerme profundamente, estirarse sobre mi pecho con los brazos bien abiertos, hacerse el perezoso al despertarse, que le hagamos masajes y mimos ...
La verdad es que nunca hubiera podido imaginar que hacer de madre me haría sentir como me siento, sentir esa felicidad al verlo tan feliz, emocionado por sus propios progresos, ver como muestra tanta y tanta curiosidad por todo lo que le rodea. .. me siento más corporal que nunca, más intuitiva, segura. Y momentos sobrepasada y con necesidad de tiempo personal, aunque sólo pensar en separarme un momentito de él se me hace complicado. No desconecto nunca del mundo G ., es como si tuviéramos un vínculo invisible ... sé que llora antes de oírlo, por la noche me despierto microsegundos antes de que él me pida más teta ... es muy curioso.
Bueno, todo esto para decir que me encanta ser su madre, que es un niño estupendo y maravilloso, que no deja de sorprenderme cada día.
Feliz Mesario, príncipe!
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